¿Qué cambios tuviste que implementar en tu trabajo debido al Covid-19? ¿Crees que esos cambios serán permanentes?

Uno de los cambios fue dirigir un equipo y generar capacidades en la organización para que puedan liderar de la misma manera, pero desde sus casas. Nadie se imaginó que íbamos a cumplir un año en pandemia, que iba a durar tanto tiempo. Lo vivimos como un momento de coyuntura, de crisis, pero estamos acostumbrados a que las crisis sean cortas y luego volver al estadio anterior. En ese contexto, tuvimos que animarnos a trabajar de una forma diferente, a liderar equipos, a contener gente y planificar de forma remota. Eso requirió un esfuerzo de todos para aprender cómo organizar el tiempo, generar cierta intimidad y confianza. La forma de trabajar en Galicia requirió nuevas rutinas. Conversamos mucho más que antes y tenemos muchas más horas de pantalla.
Tenemos la necesidad de volver a algunas cosas del pasado: estuvimos encerrados con nuestras computadoras y nos cansó. Necesitamos espacios normales, como antes. Estamos en la puerta de la cueva, esa cueva que tuvo sus beneficios: fuimos más productivos y ordenados, tardamos menos en trasladarnos, tuvimos más manejo personal del tiempo, las reuniones fueron más efectivas y con más puntualidad. Después se va a dar un equilibrio en el que surja lo mejor de los dos mundos: como por ejemplo asistir a una reunión desde casa. Vamos a tener que aprender qué tipo de reuniones van a ser productivas de forma presencial y cuáles se van a sostener a la distancia. Además, la cultura de las empresas no solo se construye en reuniones: hay otros ritos y símbolos importantes para generar identidad y engagement, hay que ver cómo evoluciona. El año pasado lo hicimos de forma virtual, pero estaba pensado para el corto plazo. No es una nueva modalidad, tenemos que pensar en su evolución para incorporar equipos de gente de otros lados. Pero aún no contamos con la previsibilidad necesaria para diseñar esa nueva "normalidad”.  

¿Qué cuestionamientos, dudas o certezas enfrentó durante el aislamiento obligatorio?

Cuánta relevancia real tenían los lugares de trabajo para generar una cultura versus generar confianza con conversaciones, feedback y discutir los objetivos. Me generó duda el aporte de los edificios -y de su diseño- a la cultura de la empresa. También tener que volver a pensar en la productividad y la necesidad del descanso. Antes, ciertas rutinas estaban hechas para que uno pudiera descansar entre reuniones, moviéndose de una sala a otra. Ahora, esperás para tener tu break porque la conexión es continua. Claramente nos mostró el paradigma de la productividad, que no tiene que ver con hacer muchas cosas todo el tiempo, sino con cómo las hacemos y cómo recargamos energía para hacerlas mejor. Podemos hacer más cosas en menos tiempo y con menos reuniones. En el mundo corporativo pongo en duda los horarios, la cantidad de horas de trabajo diario, la dinámica. Podemos adaptarnos mucho más de lo que creíamos posible. Muchas veces pensamos los procesos de forma más estable porque nos da certeza y comodidad. Pero creo que debemos animarnos a cambiar y no pensar tanto a largo plazo.

¿Cómo te ves en 5 años? ¿Qué objetivos profesionales esperas alcanzar en ese plazo?

Creo que voy a hacer cosas totalmente diferentes a las de ahora. Puede ser que también haya nuevas empresas y formas de hacer las cosas. En lo inmediato, soy más realista, pero hay una fuerza de cambio positiva relacionado con un nuevo modo de pensar, acelerado por la tecnología, la globalización, la sustentabilidad, que hará que nuestros trabajos sean diferentes. Trabajaré en algo diferente, desde lugares y con personas distintas, ocupándome por temas que aporten valor genuino para las personas y para el planeta. Un trabajo con impacto social más grande.

Si hoy tuviera que iniciar nuevamente su carrera, ¿qué cambiaría?

No me preocuparía tanto por los fracasos. Me crié en una época donde no aprobar materias o no conseguir el trabajo ideal generaba más frustración. También creo que, sin saberlo, fracasé: me fue bien y mal en los estudios, tuve buenos y malos trabajos. Hoy hay más conciencia de la relevancia de fracasar y aprender, probar y equivocarte. Probaría más cosas, me animaría a cambiar más. Tuve la oportunidad de trabajar varias cosas, pero hoy cambiaría cada seis meses. El ciclo de cambio se acelera.

A raíz de tu experiencia profesional ¿qué consejo le darías a alguien que lleva los primeros años de carrera corporativa?

Aprender permanentemente, no preocuparse tanto por el posicionamiento en términos del dinero ni de dónde se ven en diez años, sino en cultivarse en un buen ambiente, donde haya una cultura sana de aprendizaje. A no tener miedo a cambiar en general: de roles o de la gente con la que trabajás.

Según tu experiencia personal, ¿qué actitud o aptitud propia pensás que te ayudó a sobrellevar los momentos más difíciles de tu carrera?

La templanza. No ver los problemas de trabajo como problemas terminales. Animarme a cambiar. Siempre me ayudó a hacer lo que me gusta, me llevó a mejores lugares. Hacerse de un nombre propio y elegir mejor. Buscar permanentemente conectarse con lo que uno hace en el presente, decir “bueno, hoy me toca acá y quizás no es el mejor trabajo, pero ¿qué de lo que hago hoy me aporta y me suma?”. Siempre busco estar contento y motivado con lo que hago, porque salen las mejores cosas. Sino, un día te das cuenta y pensás “¿dejé todo para esto?, no lo puedo creer, me conecté con algo que no servía”. La diversión es otra cosa muy importante: trabajar arduamente, pero hay que divertirse siempre.